Si ocurre
un cortocircuito en casa es porque ha habido un problema muy grave, ya que se ha perdido el aislamiento en uno o los dos conductores activos. Se produce una sobre intensidad de corriente, que en la mayoría de las ocasiones, provocan un fogonazo y un ruido seco y la desconexión de la instalación.
Es muy difícil desenchufar electrodomésticos que están en uso durante muchas horas al cabo del día. Nevera, lavadora, televisor, etc... son aparatos que no desenchufamos nunca ya que su uso repetitivo y reiterado nos lleva a eso. No obstante, también usamos aparatos de forma puntual, que cargan más la instalación al sumarse a los que siempre están enchufados.
Es muy difícil desenchufar electrodomésticos que están en uso durante muchas horas al cabo del día. Nevera, lavadora, televisor, etc... son aparatos que no desenchufamos nunca ya que su uso repetitivo y reiterado nos lleva a eso. No obstante, también usamos aparatos de forma puntual, que cargan más la instalación al sumarse a los que siempre están enchufados.
A menudo la falta de espacio dificulta este objetivo, pero es muy importante que los enchufes y cables no estén tocando muebles, sofás u otros elementos físicos del hogar o del centro de trabajo. En caso de cortocircuito, un mueble puede convertirse en un rápido elemento propagador del fuego, mientras que si no es así, puede ser que la chispa no encuentre donde generar fuego y que todo quede en un susto.
A veces, si hemos visto o localizado el fogonazo o “huele a chamusquina”, es ahí donde está el problema. Si corresponde a un receptor (por ejemplo, una lámpara portátil o un electrodoméstico), con desconectar su toma de corriente es suficiente para poder subir el magneto térmico afectado sin problemas. Ya tendremos luz de nuevo y la instalación operativa. Lógicamente mandaremos arreglar el equipo averiado.
Localizar el circuito afectado es sencillo. El interruptor que esté bajado es el que tiene el problema. Pero, ¿qué circuito es? En algunas ocasiones vienen identificados los circuitos en cada magneto térmico, pero la mayoría de las veces no. Su localización es sencilla. Aquella parte de la instalación que no tenga luz es la que está afectada por el cortocircuito.